La sinceridad. Algo tan valioso, para algunas personas es lo más preciado del universo. Para otras, mejor no nombrarla. En cierto modo, la sinceridad nos hace infelizes, algunas cosas nos hieren, aunque sean ciertas. Así es la naturaleza humana, queremos que nos digan la verdad, pero que no nos ofendan.
Yo creo que una cosa va con la otra. Sin embargo, ¿donde esta el límite entre sinceridad y ser faltones?. Eso es lo que hay que pensar. Si una persona te pregunta una cosa, sé sincero. Si no te pregunta nada y eres sincero igual, la estas ofendiendo.
Según mi punto de vista, a veces es mejor herir a una persona que no ser falso. Aunque esa persona se enfade contigo, sera mucho mejor decirle lo que piensas que no mentirle.
Desde luego, en una relación, los dos conyuges deben de ser totalmente sinceros, ya que no se puede basar una relación en mentiras e hipocresía. Cada persona debe de aceptar a su pareja y decirle lo que de verdad piensa, asi se demuestra que no hay problemas de comunicación. Sin embargo si dices demasiadas verdades, puedes salir perjudicado.
La sinceridad esta sobrevalorada en estos tiempos.
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